Además, este trabajo me ha servido para tener un primer contacto con lo que se desea de un CM educativo. En primer lugar, es fundamental reflexionar sobre la necesidad de su propia existencia. Entiendo que las opiniones que he leído se han realizado ya desde esa reflexión previa, pero creo que cada institución debe hacerla. Es necesario que se interiorice la figura del CM como algo importante para cada organismo y no como algo que venga del exterior. Esta reflexión servirá además para que el conjunto del claustro, o al menos la mayoría, entienda los motivos de la existencia del CM.
Otro punto fundamental es la coordinación entre el CM y el equipo directivo del centro , y no solo coordinación, sino confianza mutua. El Community Manager debe valorar el trabajo del equipo directivo para que sus líneas maestras, que entiendo deben de trazarle, sean también las propias. De otra manera, su trabajo se realizará con menor agrado y por tanto con peor calidad. E igualmente, el CM debe tener la confianza absoluta del equipo directivo ya que va a representar la voz del centro en el mundo. De esta forma podrán dotarlo de la autonomía necesaria para el puesto.
En cuanto a las características del community manager he tratado de reflejar alguna de las más importantes. Debe ser una persona dinámica, empática y sociable. Su labor va a tener una repercusión alta en la comunidad educativa, luego debe entender como funciona dicha comunidad. Pero además, debe exigírsele una alta profesionalidad para su organización, labor tecnológica actualizada y la reflexión. No podemos tener en las redes sociales de los centros educativos personas que se dejen llevar por impulsos y que no midan bien las consecuencias de sus actos. En cualquier caso, creo que la principal problemática actual no es precisamente los excesos de los centros educativos en las redes sociales, sino su escasa o nula presencia.
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